Probablemente visite a su médico de atención primaria con regularidad para someterse a exámenes de detección de diversas afecciones de salud y para mantenerse saludable a medida que envejece. Pero muchas personas se sienten reacias a hablar sobre la demencia con sus médicos e incluso sienten la tentación de ocultar los posibles síntomas. Para algunos es miedo al diagnóstico, mientras que para otros es simplemente vergüenza. Pero hay tres muy buenas razones por las que no debería sentirse reacio a hablar sobre la demencia con su médico.
Existe una gran posibilidad de que no tenga demencia. Algunos problemas cognitivos menores, como olvidar palabras o tener problemas para realizar múltiples tareas, son normales a medida que envejecemos. Experimentarlos no significa necesariamente que esté desarrollando demencia.
Y, en muchos casos, sus síntomas son un signo real de algo más que puede remediarse. Las alteraciones del sueño no tratadas, la enfermedad de la tiroides, la depresión y la deficiencia de vitamina B12 pueden producir síntomas cognitivos leves a moderados. Si ese es el caso, entonces el tratamiento puede ayudarlo a volver a ser como antes.
Ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar. Según los CDC, hasta un 40 por ciento de los casos de demencia pueden evitarse con cambios en el estilo de vida. El ejercicio, una dieta saludable, hábitos de sueño adecuados y controlar la presión arterial alta pueden mejorar la salud cognitiva y prevenir la demencia. Incluso los pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia.
La detección temprana es clave para el tratamiento y una mejor calidad de vida. Si tiene demencia, evitar un diagnóstico oficial no hará que desaparezca. Solo significará que no recibirá el tratamiento y el apoyo que necesita para vivir una vida de calidad. Las modificaciones y modificaciones en el estilo de vida pueden ayudar, y los servicios de apoyo pueden ayudarlo a mantenerse conectado con familiares y amigos. Además, ahora mismo se están probando nuevos tratamientos experimentales; necesita un diagnóstico para ser elegible para estos.
Si experimenta olvido u otros síntomas preocupantes, hable con su médico en su próximo chequeo de rutina. En la mayoría de los casos, podrán calmar sus miedos. Pero si recibe un diagnóstico de demencia, habrá especialistas disponibles para ayudarlo a retrasar la progresión de la enfermedad y vivir una vida plena.