Si ha recibido un diagnóstico de diabetes, es probable que su principal preocupación sea su salud. Pero, además, se le viene una preocupación secundaria: ¿significa esto que no podrá volver a disfrutar de los postres o los dulces? Si bien puede parecer trivial en comparación con un diagnóstico serio, es normal sentirse consternado ante la idea de evitar los dulces para siempre.
Afortunadamente, muchas personas con diabetes pueden disfrutar de un postre ocasional mientras controlan cuidadosamente su nivel de azúcar en la sangre. Por supuesto, su situación exacta es única y primero debe discutir esta inquietud con su médico. Pueden ofrecerle orientación más específica sobre lo que puede y no puede comer.
Habiendo dicho eso, muchas personas con diabetes descubren que pueden satisfacer un poco su gusto por lo dulce, siguiendo estas pautas de postres.
Elija su momento. Si acaba de comer una comida que ya tiene un poco de carbohidratos, el postre probablemente no sea la mejor idea. Pero si planifica con anticipación y sabe que desea participar del postre, evite comer muchos carbohidratos con su comida principal.
Combine su postre con proteínas, fibra y grasas saludables. Estos nutrientes pueden retardar la descomposición de los carbohidratos y su liberación en el torrente sanguíneo cuando se combinan. Es por eso que una fruta, que contiene fibra, se considera mejor para los diabéticos que un refresco o una bolsa de dulces que contiene la misma cantidad de azúcar.
Elija postres que contengan un poco de proteína, fibra o grasas saludables. O bien, base su cena en esos nutrientes y guarde la mayoría de los carbohidratos para el postre.
Opte por porciones más pequeñas. Muchos postres están disponibles en “tamaños reducidos”, como barras de helado en miniatura. O simplemente córtese una pequeña rebanada de tarta o pastel o elija una sola galleta. Otro truco común es disfrutar de una porción de pastel sin glasear.
Intente un postre que contenga alrededor de 200 calorías y no más de 15-30 gramos de azúcar.
Nuevamente, siempre debe discutir su control de la diabetes con su médico antes de decidirse por un plan de alimentación. Comparta sus inquietudes y hable sobre las estrategias anteriores para recibir consejos diseñados para su situación exacta.