Ya sabe que los alimentos que ingiere tienen un impacto significativo para su salud. Pero no solo estamos hablando de combatir la diabetes o prevenir el cáncer; Su dieta también influye en la salud del cerebro. En particular, las investigaciones han demostrado que ciertas selecciones dietéticas pueden mejorar la función cognitiva e incluso prevenir la demencia.
Incluya estos cinco alimentos en su dieta para obtener sus cualidades protectoras para su cerebro.
Pescado. Los ácidos grasos omega-3 que contiene el pescado se han relacionado durante mucho tiempo con la salud del cerebro. En particular, elija pescados grasos como el atún o el salmón.
Bayas. Todas las frutas le dan un toque nutritivo a su dieta, pero las bayas en particular son excelentes opciones. Coma estos alimentos ricos en nutrientes, mezcle unos cuantos en un batido, agréguelos a las ensaladas y disfrute de conservas en tostadas o panecillos.
Nueces. Las nueces son otra gran fuente de ácidos grasos omega-3, así como otros nutrientes que previenen la inflamación y protegen el cerebro. Puede agregarlos a ensaladas, panecillos o avena, o simplemente comer un puñado de nueces crudas. Las nueces son especialmente buenas para usted, pero las almendras, las nueces y los pistachos son otras excelentes opciones.
Verduras de hoja verde. Se ha demostrado que los alimentos como la col rizada y las espinacas previenen el deterioro cognitivo, lo que agrega potencialmente años a su salud mental. Incluya estos en su dieta siempre que sea posible. Recuerde, puede echar espinacas en una tortilla o agregar lechuga de color verde oscuro (no iceberg) a una hamburguesa. No se trata solo de ensaladas (aunque también son geniales).
Cacao. ¿Quién hubiera pensado que el chocolate puede ser bueno? ¡Pero es verdad! Los flavonoides en el chocolate protegen su memoria e incluso podrían prevenir daños al cerebro. Solo recuerde tener cuidado con los postres de chocolate que contienen mucha azúcar. Agregue cacao en polvo a los licuados u opte por un par de onzas de barra de chocolate oscuro.
Y, por supuesto, recuerde hablar sobre su dieta con su médico de atención primaria en cada visita. Él o ella pueden hacer otras recomendaciones para abordar sus inquietudes sobre su salud.