Algunos de nosotros siempre hemos experimentado problemas con nuestros ojos, mientras que otros fueron bendecidos con una visión perfecta durante toda su vida. Si pertenece a ese segundo grupo, es posible que no tenga el hábito de visitar a un oculista para exámenes regulares. Pero eso podría ser un error, ya que las dificultades de visión y diversas enfermedades oculares pueden afectar a cualquier persona en cualquier momento.
Si no ha programado una cita con un oculista recientemente, probablemente sea el momento de hacerlo por las siguientes razones:
Edad. La Academia Estadounidense de Oftalmología recomienda que todos se hagan un examen de la vista después de los 40 años, independientemente de si su visión siempre ha sido saludable. Luego, una vez que cumpla 60 años, debe hacerse un examen de la vista cada uno o dos años.
Problemas de visión. Si ya usa lentes de contacto o anteojos, continúe con sus chequeos anuales regulares. Pregúntele a su proveedor si necesita hacerse exámenes de detección más frecuentes después de los 60 años.
Antecedentes familiares. Si tiene antecedentes familiares de enfermedades oculares, busque exámenes de la vista con mayor frecuencia. No espere hasta que comience a experimentar síntomas, porque es posible que el problema ya esté más avanzado en ese momento.
Otras afecciones de salud. Si padece otras afecciones de salud que ponen en riesgo sus ojos, como diabetes, recuerde buscar exámenes de la vista con regularidad. En estas citas, su proveedor puede detectar los primeros signos de complicaciones. En algunos casos, incluso pueden detectar indicadores tempranos de que su otra condición de salud está empeorando, de modo que pueda ser remitido nuevamente a su médico de atención primaria.
Medicamentos que afectan sus ojos. Ciertos medicamentos pueden aumentar su riesgo de problemas de salud ocular. Su médico de atención primaria o farmacéutico puede informarle de este riesgo, para que pueda buscar exámenes de la vista con mayor regularidad.
Siempre que sospeche de un problema. Y, por supuesto, cada vez que note un cambio en la visión, experimente dolores de cabeza frecuentes o experimente enrojecimiento, sequedad, dolor o malestar en los ojos, debe llamar a un profesional de la salud ocular de inmediato para programar una cita.