Si le han diagnosticado diabetes, es probable que su médico ya le haya dado instrucciones sobre las restricciones dietéticas y el uso de insulina. Pero, ¿sabía que alrededor de 96 millones de adultos estadounidenses tienen una condición llamada “prediabetes”? Todavía no tienen diabetes, pero el nivel alto crónico de azúcar en la sangre los pone en riesgo, y alrededor de 70 millones de ellos terminarán con un diagnóstico de diabetes en el futuro.
Además del riesgo de desarrollar diabetes en toda regla, las personas con prediabetes enfrentan un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Hay muchas buenas razones para comenzar a controlar su nivel de azúcar en la sangre ahora.
- Haga ejercicio al menos 150 minutos a la semana. No necesita inscribirse en un gimnasio o desarrollar un régimen de ejercicio demasiado complicado si ese no es su estilo. Simplemente salir y caminar, andar en bicicleta o nadar será suficiente. El punto es apegarse a su nuevo estilo de vida a largo plazo.
- Reduzca el consumo de todos los alimentos procesados con almidón. No es solo el azúcar real (como en los dulces) lo que desencadena niveles altos de azúcar en la sangre. Los alimentos como el pan blanco y la pasta también causan problemas.
- Coma una dieta de bajo índice glucémico. Los que se descomponen más lentamente en el proceso digestivo no harán que su nivel de azúcar en la sangre suba bruscamente. Descargue un gráfico sobre el índice glucémico de alimentos comunes o instale una aplicación en su teléfono inteligente para realizar un seguimiento de sus hábitos alimenticios.
- Visite a su médico. Recuerde hacerse chequeos regulares para controlar sus niveles de azúcar en la sangre. Esperemos que pronto vea la tendencia revertirse.
- Consulte con un dietista. Pueden ofrecerle más consejos específicamente orientados a sus necesidades dietéticas, teniendo en cuenta sus comidas favoritas, para que pueda aprender a llevar una dieta más saludable que se adapte a su estilo de vida.
- Considere medicamentos como la metformina, que pueden complementar un programa de cambio de estilo de vida para ayudar a reducir el nivel de azúcar en la sangre.
Si bien llevar un estilo de vida más saludable siempre es prudente, asegúrese de compartir sus inquietudes con su médico de atención primaria. Pueden revisar sus planes con usted y asegurarse de que su ejercicio y los cambios en su dieta sean seguros.