¿Sabría si tuviera demencia? Puede ser una de esas condiciones que avanza lentamente, provocando cambios tan graduales que muchos de nosotros ni siquiera somos conscientes de que están sucediendo. Pero debido a que la demencia puede afectar seriamente su calidad de vida o incluso ponerlo en peligro, es importante estar atento a las señales de advertencia.
Si experimenta alguno de los siguientes signos, o los nota en su cónyuge, es hora de hablar con su médico sobre la demencia. Tenga en cuenta que estos signos no equivalen automáticamente a un diagnóstico de demencia; simplemente significan que puede correr un mayor riesgo y debe ser examinado más de cerca por un profesional. A veces, las personas completamente sanas experimentan estos signos y, en realidad, no tienen demencia.
- Se vuelve más difícil hacer las tareas diarias que siempre ha hecho, como pagar facturas o cocinar una comida. Puede que le resulte más difícil seguir instrucciones, concentrarse o finalizar tareas. Puede llevar más tiempo hacerlos que antes.
- Hacer preguntas repetidamente, incluso después de escuchar la respuesta, es motivo de preocupación. Del mismo modo, contar la misma historia una y otra vez podría indicar la aparición de la demencia.
- La comunicación se vuelve más difícil. Por ejemplo, no puede pensar en los nombres de personas u objetos comunes, pierde el hilo de sus pensamientos o no puede seguir lo que otra persona está diciendo.
- Observa cambios de personalidad, como ansiedad, depresión, temor o desconfianza que parecen nuevos. O nota que lidiar con cambios o frustraciones menores se vuelve más difícil.
- Olvidar qué día es, dónde se encuentra o cómo llegó allí puede ser motivo de preocupación, especialmente si ocurre con frecuencia.
- Se pierde, por ejemplo, mientras conduce o dentro de un centro comercial.
- Los problemas con el cuidado personal, como bañarse y arreglarse, a menudo se manifiestan con demencia. Un paciente también puede exhibir un comportamiento “irresponsable” o “descuidado”, como tomar decisiones sobre el dinero o la seguridad personal.
Una vez más, algunas personas pueden experimentar los síntomas anteriores en ocasiones, pero no tienen demencia. Pero debe mencionárselo a su médico para que pueda ordenar las pruebas de detección adecuadas. Algunas afecciones pueden simular la demencia, pero en realidad son tratables cuando se diagnostican correctamente.