Muchas personas experimentan una pequeña pérdida de audición a medida que envejecen. Pero el simple hecho de envejecer no es el único factor de predicción de la pérdida auditiva. Aproximadamente uno de cada cinco adultos ha experimentado una pérdida auditiva permanente debido a la exposición a ruidos fuertes, muchos de los cuales son opcionales o pueden evitarse. Uno de cada tres adultos de entre 65 y 74 años tiene pérdida auditiva.
Cuando se expone a ruidos fuertes, las diminutas células ciliadas del oído interno se destruyen. Debido a que estas células no se regeneran, la exposición única a sonidos muy fuertes puede dañar permanentemente su audición. Incluso los sonidos moderados pueden causar el mismo daño con la exposición repetida.
Entonces, ¿qué tan fuerte es demasiado fuerte? La exposición repetida a sonidos de más de 85 decibeles puede causar daños, mientras que solo cinco minutos de exposición a sonidos de más de 110 decibeles pueden dañar su audición en solo cinco minutos.
Las siguientes actividades son culpables habituales de la pérdida auditiva:
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- Disparos, para caza, tiro al blanco, etc. – 140 a 175 decibeles
- Eventos de música en vivo – de 11 a 130 decibeles
- Eventos deportivos – de 90 a 140 decibeles
- Proyectos de carpintería y similares – de 90 a 112 decibeles
- Cortacéspedes, sopladores de hojas o quitanieves a gasolina – de 85 a 100 decibeles
- Paseos en bote o en motocicleta – de 80 a 100 decibeles
- Escuchar música con auriculares o audífonos – hasta 110 decibeles
- Música en clases de ejercicios – de 80 a 116 decibeles
Obviamente, evitar las actividades anteriores es una manera fácil de proteger su audición. Pero para algunas personas, la vida podría parecer aburrida sin sus pasatiempos favoritos. Otra opción es usar siempre tapones para los oídos u otra forma de protección auditiva cuando practique tiro al blanco, asista a eventos ruidosos, etc. Y, por supuesto, mantenga la música baja si usa auriculares o audífonos; colocar ruidos fuertes directamente en sus oídos es una mala idea.
Aquellos que experimentan pérdida auditiva pueden sufrir interrupciones en sus relaciones, una vida social deteriorada y otros inconvenientes. No existe una “cura” para la pérdida auditiva, pero los audífonos pueden ayudarle a recuperar su calidad de vida. Si sospecha de pérdida auditiva, visite a un audiólogo para una evaluación y prescripción profesional.