A lo largo de nuestra vida, nos familiarizamos con la idea de comer de acuerdo con las cantidades diarias recomendadas (RDA) de ciertos nutrientes. Si bien estas pautas se establecieron originalmente en 1941, con la intención de prevenir enfermedades por deficiencia de nutrientes como el raquitismo y el escorbuto, ahora las vemos en un sentido más amplio. Pensamos en las dosis diarias recomendadas en términos de pérdida de peso, mantenimiento de peso, mantenimiento de nuestro sistema inmunológico saludable y mucho más.
Con respecto a la prevención de enfermedades a largo plazo como las enfermedades cardíacas y la diabetes, la investigación aún está en curso. Pero una cosa que hemos aprendido es que las RDA no son estáticas a lo largo del tiempo. A medida que envejece, ciertos nutrientes pueden volverse más o menos importantes.
Limitación de carbohidratos. Con el tiempo, una dieta rica en carbohidratos (especialmente carbohidratos simples como el azúcar) puede provocar resistencia a la insulina. Si bien este problema puede no afectar a los niños con mucha frecuencia, se vuelve cada vez más común a medida que envejecemos. Uno de cada diez adultos estadounidenses ahora tiene diabetes.
Por lo tanto, si bien es posible que usted no preste mucha atención a los carbohidratos cuando es más joven, las personas mayores de 50 años deberían considerar contar esos gramos. En particular, manténgase alejado de demasiados carbohidratos simples como el azúcar y la harina blanca. En su lugar, apunte a carbohidratos más complejos, como cereales integrales.
La fibra también es importante. Las mujeres mayores de 50 años deben consumir 21 gramos de fibra por día, mientras que los hombres mayores de 50 años deben aspirar a consumir 30 gramos al día.
Ingesta de proteínas. La pérdida de masa muscular es otro problema común a medida que envejecemos, y esto puede afectar todo, desde nuestro riesgo de lesión hasta nuestro metabolismo. Tener el tejido muscular adecuado puede simplemente permitirle disfrutar más de sus actividades diarias, ya sea jugar al golf o hacer jardinería o simplemente salir a caminar. Los adultos mayores deben tener especial cuidado al consumir 25 o más gramos de proteína por comida y realizar ejercicios de tonificación muscular junto con su rutina de ejercicios regular.
Calcio y vitamina D. La osteoporosis, una afección que causa huesos débiles y un mayor riesgo de lesiones, se vuelve más común con la edad. Las mujeres deben consumir 1200 miligramos de calcio por día, mientras que los hombres deben esforzarse por conseguir 1000 miligramos. Para conseguir vitamina D, asegúrese de salir a la luz del sol con regularidad y consuma alimentos como huevos, leche y pescado graso.
Como beneficio adicional, la vitamina D también promueve un sistema inmunológico saludable. Por lo tanto, controle su dieta y complemente si es necesario, porque un sistema inmunológico saludable puede ayudarlo a evitar complicaciones graves de enfermedades transmisibles.
Y finalmente, asegúrese de consumir muchas frutas y verduras frescas. Los antioxidantes que contienen estos alimentos pueden ayudarle a evitar muchas enfermedades crónicas, estimular su sistema inmunológico e incluso retrasar los signos del envejecimiento.