La mayoría de nosotros ansiamos la jubilación, por lo que podría sorprenderle saber que la depresión es común entre los jubilados. Muchos factores diferentes pueden desencadenar la depresión, pero la soledad o el aburrimiento son causas comunes. Además, a medida que envejecemos, es más probable que experimentemos dolor por el fallecimiento de nuestra pareja, parientes cercanos o amigos. El resultado puede ser depresión clínica.
Ya que la depresión puede tener un impacto negativo en su calidad de vida, es importante estar alerta contra los signos de esta enfermedad en usted y su pareja. Los signos de la depresión incluyen:
- Pérdida de interés en actividades que alguna vez disfrutó
- Falta de motivación o energía
- Sentimientos de desesperación persistentes
- Sentimientos de ser una carga, aborrecerse a sí mismo
- Cambio en el apetito, pérdida de peso o aumento de peso
- Dolores y dolores inexplicables
- Problemas para dormir o dormir demasiado
- Mayor uso de alcohol u otras drogas
- Aislamiento; sin interés en socializar
- Movimiento o habla más lentos
- Problemas de memoria
- Falta de cuidado personal (no bañarse, peinarse, tomar medicamentos, etc.)
- Pensamientos de suicidio
A menudo, los adultos mayores pueden experimentar depresión sin sentirse “tristes”. Mostrarán falta de energía, poca motivación, pérdida de interés en las actividades, etc., pero afirman que no pueden estar deprimidos porque no se sienten tristes. Tenga en cuenta que la depresión también se puede manifestar de esta manera, pero es tan grave como la tristeza persistente.
Si sospecha de depresión en usted, su cónyuge u otra persona amada, el primer paso es llevar sus inquietudes a su médico. Muchas condiciones médicas pueden desencadenar la depresión, como trastornos de la tiroides, trastornos autoinmunes, deficiencias vitamínicas, enfermedad de Parkinson, Alzheimer y muchos más. Debería someterse a pruebas de detección de estas condiciones para descartarlas como una posible causa.
Si su depresión no se desencadena por una enfermedad física, su próximo paso es identificar otras posibles causas y remediarlas. Muchas personas con depresión pueden encontrar alivio a través del ejercicio, la nutrición, la luz solar y la búsqueda de nuevos pasatiempos y oportunidades sociales. Otros pueden necesitar medicamentos, y casi todos se benefician de sesiones regulares con un terapeuta capacitado.
Su médico de atención primaria puede ayudarlo a decidir cómo proceder y hacer las derivaciones necesarias para recibir atención. Pronto puede volver a su antiguo yo y disfrutar de sus años de jubilación una vez más.