Si está luchando con una enfermedad o condición de salud crónica, su médico usará su mejor criterio para prescribir el curso de tratamiento que mejor se adapte a su situación. Pero, ¿qué pasa si usted no mejora con los medicamentos y tratamientos estándar? Quizás se pregunte si las innovaciones más recientes podrían adaptarse mejor a su situación y si debería participar en un ensayo clínico para averiguarlo.
¿Cuál es el riesgo? Es importante recordar que los ensayos clínicos son técnicamente experimentos, por lo que los resultados finales pueden ser inciertos. Sin embargo, la mayoría de los medicamentos y otros tratamientos pasan por varias fases de ensayos, a menudo comenzando con animales, por lo que en la mayoría de los casos se asume un grado relativo de seguridad antes de ser admitido en el estudio. Aun así, es importante tener en cuenta que pueden ocurrir eventos inesperados, incluso si no es muy probable.
Además, recuerde que en algunos casos solo la mitad de los participantes del estudio recibirán el nuevo medicamento o tratamiento. La otra mitad recibe un placebo (una sustancia sin efectos, como inyecciones de solución salina o una pastilla de azúcar). En estos casos, no se garantiza que recibirá el tratamiento experimental y, por lo tanto, no se “curará” ni logrará una reducción de los síntomas.
¿Cuáles son los beneficios? El beneficio más obvio de participar en un ensayo clínico es que tiene la oportunidad de recibir tratamientos de vanguardia. Podría lograr una cura, la reversión de una enfermedad o la reducción de los síntomas que antes no podía obtener con los tratamientos actualmente disponibles en el mercado.
Al ofrecerse como voluntario para un ensayo clínico, también ayuda a que la ciencia avance. Su participación ayuda a los médicos a aprender qué funciona y qué no, para que puedan ofrecer una mejor atención a los pacientes con su misma condición en el futuro.
Debido al intenso seguimiento que recibirá en un ensayo clínico, se beneficiará de una atención muy continua. No hay garantías del resultado que desea, pero muchos pacientes informan que se sienten muy seguros y tranquilos durante el proceso de prueba.
Si está interesado en participar en un ensayo clínico, su médico es la mejor persona para guiarlo a través de esta decisión. Puede explicarle los detalles de la participación con mayor detalle y ayudarle a decidir si los beneficios potenciales superan los riesgos para su situación individual.