Los dolores y molestias pueden ser comunes a cualquier edad, pero a menudo se vuelven más frecuentes durante los años de jubilación. Todos estamos acostumbrados a buscar remedios de venta libre para síntomas como dolores de cabeza y lumbares. Sin embargo, algunos dolores aparentemente aleatorios pueden ser un signo de emergencia. Si experimenta alguno de los siguientes síntomas, llame a su médico o diríjase a una sala de emergencias de inmediato.
Dolor de pecho. Los ataques cardíacos pueden manifestarse de diversas formas y no siempre se sentirán como un dolor extremo. En su lugar, es posible que sienta presión o pesadez. Otros signos de un ataque cardíaco incluyen mareos, dificultad para respirar o fatiga.
Un dolor de cabeza inusual. Si su dolor de cabeza acompaña a otros síntomas inusuales, debe ser examinado de inmediato. Si el dolor es más intenso de lo habitual o si se acompaña de cambios en la visión, debilidad o rigidez del cuello, es posible que tenga una afección más grave. Además, quienes toman anticoagulantes deben tener en cuenta que un simple golpe en la cabeza puede provocar una hemorragia interna significativa.
Dolor abdominal nuevo y severo. Si el dolor abdominal no se parece a nada que haya experimentado, o si está acompañado de hinchazón, fiebre o vómitos, podría tener una afección más grave.
Dolor repentino en los ojos. Una amplia variedad de afecciones pueden desencadenar este síntoma inusual, que incluyen vasos sanguíneos bloqueados, hemorragia interna, glaucoma e incluso la aparición de culebrilla.
Dolor en la pantorrilla. Especialmente si ha tenido una cirugía recientemente, el dolor en la pantorrilla puede ser un signo de trombosis venosa profunda. Este es un coágulo de sangre peligroso que puede viajar y bloquear el suministro de sangre a sus pulmones y debe remediarse de inmediato.
Dolor que se presenta días después de una herida leve. Incluso las lesiones menores pueden infectarse. Si experimenta un aumento del dolor o la hinchazón días después del evento, es posible que esté albergando una infección que deba tratarse.
En cualquier momento el dolor se acompaña de pérdida de función. Las lesiones van a doler, pero si no puede utilizar la parte del cuerpo afectada, debe hacerse examinar. La pérdida de función puede indicar un hueso roto, una fractura, una lesión nerviosa, un problema de flujo sanguíneo o una infección grave.
Por supuesto, nunca debe sacar conclusiones precipitadas y diagnosticarse. Esto puede provocar pánico y empeorar la situación. Si experimenta alguno de estos síntomas preocupantes, mantenga la calma y pídale a alguien que llame a una ambulancia o lo lleve a la sala de emergencias. Con un tratamiento oportuno, la mayoría de las situaciones de emergencia se pueden tratar y resolver.