A menudo, cuando hablamos de dieta, la mayoría de nosotros asumimos que la discusión gira en torno a la pérdida de peso. Ese puede ser el caso de algunas personas. Pero todos debemos preocuparnos por una dieta saludable, sin importar el tamaño de nuestro cuerpo o las necesidades calóricas. La dieta es esencial para protegerse de muchas enfermedades crónicas y para llevar una vida más larga y saludable.
Un problema común, para casi todos los que comemos una dieta típica estadounidense, es la falta de una ingesta adecuada de fibra. Si su dieta es abundante en carnes, lácteos y harinas refinadas, pero deficiente en productos frescos y granos enteros, es probable que no esté obteniendo suficiente fibra.
Funciones de la fibra en el cuerpo. Gracias a la investigación sobre el vínculo entre las opciones dietéticas y las enfermedades crónicas, hemos alcanzado una sólida comprensión de las funciones de la fibra en el cuerpo. La fibra ayuda en los siguientes procesos, todos los cuales son de suma importancia:
- Ayuda a la digestión adecuada, previene las hemorroides y reduce el riesgo de enfermedades digestivas como el cáncer de colon.
- Previene el estreñimiento
- Le ayuda a sentirse lleno y previene los antojos de una comida poco saludable
- Mantiene los niveles de azúcar en la sangre balanceados entre comidas, especialmente para las personas con diabetes
- Ayuda a reducir los niveles de colesterol “malo” y protege el sistema cardiovascular
- Una dieta alta en fibra suele ser más baja en calorías, lo que ayuda a mantener el peso y evita las complicaciones de salud relacionadas con el peso.
¿Cuánta fibra debería comer? Los hombres mayores de 50 años deben incluir al menos 30 gramos de fibra en sus dietas diarias. Las mujeres mayores de 50 años deben aspirar a por lo menos 21 gramos.
¿Cómo se obtiene más fibra? Afortunadamente, comer más fibra es simple, y probablemente no necesite contar gramos una vez que haya cambiado su dieta. Coma más frutas y verduras frescas, incluya más frijoles y nueces en su dieta, y opte por granos enteros en vez de harina blanca. En el desayuno, coma cereales integrales.
Aumente poco a poco. Si de repente agrega una cantidad significativa de fibra a su dieta, podría sufrir un poco de molestia digestiva mientras su cuerpo se adapta. Intente hacer solo un cambio por día, hasta que esté comiendo la cantidad óptima de fibra. Recuerde, también, siga bebiendo mucha agua. Esto hará que los alimentos ricos en fibra se muevan a través de su sistema digestivo y lo mantendrá más confortable.
Hable con su médico o nutricionista si tiene preocupaciones sobre su dieta. Él o ella harán recomendaciones más específicas para los cambios que lo mantendrán más saludable y ayudarán a prevenir enfermedades graves.