Sin duda, ha oído hablar de la epidemia de opioides, que ha cobrado decenas de miles de vidas cada año. De hecho, desde mayo de 2020 a abril de 2021, las muertes por sobredosis de drogas opioides crecieron a más de 100,000 solo en los Estados Unidos.
Pero lo que quizás no sabía es que una parte significativa de los adultos mayores también se ven afectados. Tendemos a pensar en el abuso de drogas y las muertes por sobredosis como algo que les sucede principalmente a las personas más jóvenes. Pero solo en 2019, más de 10,000 muertes por opioides fueron en personas mayores de 55 años. Y las tasas de adicción y sobredosis han ido en aumento en los últimos años, en todas las categorías de edad.
Mientras que las drogas sintéticas como el fentanilo a menudo son responsables de las muertes en las personas más jóvenes, los medicamentos recetados son a menudo los culpables en los estadounidenses mayores que se vuelven adictos.
El problema se deriva de cómo se comportan los opioides en el cuerpo. Los medicamentos desencadenan una liberación de endorfinas, que son sustancias químicas que nuestros cuerpos producen naturalmente para ayudarnos a lidiar con el dolor o el estrés. Pero con el uso repetido de opioides, el cuerpo ralentiza su liberación natural de endorfinas. Luego siente que necesita el medicamento con más frecuencia y requiere una dosis más alta para obtener los mismos efectos.
Incluso cuando una lesión o enfermedad desaparece, y teóricamente ya no necesita el medicamento para controlar el dolor, los niveles naturales de endorfinas de su cuerpo ahora se reducen permanentemente.
La biología detrás de esta epidemia no discrimina en función de la edad; y los opioides afectan a todos más o menos de la misma manera. Pero no tenemos mucha conciencia pública sobre el abuso de opioides en las personas mayores, porque la percepción común es que el abuso de drogas es una “cosa de los jóvenes” y que las personas mayores son demasiado maduras y responsables para ser víctimas de una dependencia de las drogas.
La conciencia entre los profesionales médicos y los miembros de la familia es clave para detectar los signos de una dependencia de drogas. Pero la responsabilidad personal y la educación también son importantes. Cuando busque un medicamento recetado para aliviar el dolor, hable con su médico sobre la posibilidad de desarrollar una dependencia. Siga las instrucciones con precisión con respecto a la dosis y suspenda la medicación para el dolor cuando ya no sea necesario. Siga los consejos de su médico si cree que debe “reducir” gradualmente su dosis.
Y finalmente, comprenda que el aumento de la tolerancia y la dependencia de las drogas pueden sucederle a cualquier persona. No hay vergüenza en buscar ayuda si sospecha de un problema, la ayuda de expertos puede ayudarle a controlar su dependencia.