A medida que los estados comienzan a abrirse lentamente, es posible que le preocupe estar expuesto a Covid-19. Incluso si tiene cuidado y su riesgo es bajo, tiene sentido estar familiarizado con los síntomas, por si acaso.
En muchos sentidos, Covid-19 puede imitar una infección de influenza. Pero en algunos casos de Covid-19, la enfermedad puede progresar más allá de la “gripe” y convertirse rápidamente en una situación de emergencia. Por eso es importante reconocer cuándo buscar ayuda médica.
Por lo general, Covid-19 se presenta con fiebre y tos seca. También puede experimentar una leve dificultad para respirar, dolor muscular, dolor de garganta y escalofríos. Algunos han informado una pérdida del gusto.
En la mayoría de los casos, esos síntomas comprenden la mayor parte de la incomodidad del paciente. La mayoría puede recuperarse en casa y se pueden tomar medicamentos para tratar los síntomas. En estos pacientes, Covid-19 se parece a un resfriado común o gripe.
Sin embargo, en un pequeño número de pacientes, los síntomas son más severos y su condición puede deteriorarse rápidamente. Si sospecha que tiene Covid-19 y experimenta un empeoramiento de la falta de aire o dolor en el pecho, debe buscar atención de emergencia. Algunos pacientes también exhiben labios o cara teñida de azul, que es un efecto secundario de la escasez de oxígeno.
Todos estos son signos de que su infección puede ser más grave que la mayoría, y que necesita atención médica rápidamente. No se demore en buscar atención profesional, porque en una pequeña minoría de pacientes con Covid-19 la condición puede cambiar de aparentemente leve a grave en solo unas pocas horas.
Aquellos que tienen afecciones médicas subyacentes, como diabetes, presión arterial alta y enfermedad cardíaca, también deben tener especial cuidado cuando presenten síntomas de Covid-19.
Cualquier persona que piense que podría estar infectada debe comunicarse con su proveedor de atención médica de inmediato para preguntar sobre los procedimientos de prueba. Mientras tanto, evite salir al público para reducir el riesgo de transmisión a otros.
Si cree que necesita ir a la sala de emergencias, llame con anticipación para preguntar sobre sus procedimientos (o haga que un amigo o pariente llame por usted). Y, por supuesto, siempre puede llamar al 911 si siente que una emergencia es inminente.