La piel nunca es perfecta como las modelos de las revistas, a las que se les aplica Photoshop para lograr una perfección poco realista. La mayoría de nosotros tenemos algunas (o incluso muchas) imperfecciones en la piel. Y en la gran mayoría de los casos, esos defectos menores no indican nada malo con respecto a nuestra salud.
Pero de vez en cuando, puede comenzar a preguntarse acerca de un lunar. Puede ser uno que haya tenido durante décadas, o tal vez sea relativamente nuevo, pero algo al respecto simplemente no se ve del todo bien. ¿Debería preocuparse por la posibilidad de cáncer de piel? ¿Y debería quitarse ese lunar misterioso?
Eso dependerá de la opinión de su médico, por supuesto. Cada vez que esté preocupado por un lunar extraño u otra imperfección en la piel, definitivamente pídale a su médico de atención primaria que lo derive a un dermatólogo. Pero mientras tanto, esto es lo que debe buscar, con respecto a los lunares que podrían indicar un problema más grave.
Los lunares son simplemente una colección de células pigmentarias, llamadas melanocitos. Los lunares suelen ser crecimientos benignos, lo que significa que las células solo se multiplican cuando es necesario y no están fuera de control ni son dañinos de ninguna manera.
Pero a veces un lunar se vuelve lo que llamamos “atípico”, lo que significa que las células comienzan a multiplicarse a un ritmo anormal. No es necesariamente cáncer en esta etapa, pero podría ser una señal de advertencia de que está en riesgo de melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel.
Aprenda el ABCDE de los lunares. Si un lunar es potencialmente anormal, es posible que observe uno o más de los siguientes signos. El lunar es…
- Asimétrico
- Bordes irregulares o desiguales
- Cambia de color o el lunar es multicolor
- Diámetro es mayor a 6 milímetros
- Evolucionando: el tamaño, la forma o el color están cambiando
Si nota alguno de estos signos en un lunar, hable con su médico de inmediato. Pero no se asuste; por lo general, los lunares anormales se eliminan, por si acaso, pero no siempre indican que haya sucedido algo grave. Su dermatólogo examinará el lunar, realizará una biopsia y le informará los próximos pasos necesarios.